Las novelas de amor pueden ser sensibleras, pegajosas, exageradas y pedantes. Pero, también pueden ser intensas, sinceras, cotidianas, dulces y tiernas, como ésta.
Es Gabriel Leveque un escritor de estilo depurado, fino, que va dejando en cada letra la señal de lo que quiere transmitir. En "El suave aroma de tu misterio" demuestra, una vez más, que la relación entre dos personas es tan sólo de ellas, por lo que nadie puede juzgar sus formas de sentirse, sus maneras de amarse.
Con una gran dosis de erotismo, sutil y constante, los protagonistas se aman sin rozarse. Se degustan, se huelen, se presienten, se anhelan, pero, sobretodo, están juntos.
El capítulo I termina así:
-"Estoy percibiendo un aroma, como a gardenias y azahar ¿qué colonia te pusiste hoy?
- flores blancas..."
Y esa es la tónica de sus cuatrocientas veinte páginas. Maravillosamente real, natural e intimista, este libro es para vivirlo.
Ya lo dijo George Perrys "El erotismo, es dar al cuerpo los prestigios de la mente..."
Ahora, mientras la leen, juzguen ustedes
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